EL EMPLEO DEL PAPEL JAPONÉS EN LA RESTAURACIÓN
El papel japonés ( washi ) ha tenido muchos usos a través de los siglos, entre ellos se ha empleado para la caligrafía, para la elaboración de biombos, paraguas, puertas corredizas japonesas, en la encuadernación y restauración de papel.
Lo que hoy nos ocupa, es su uso en la restauración de papel y en las encuadernaciones, se preguntarán los que no se dedican a la restauración ¿cuáles son sus virtudes para su empleo?
Iniciamos con :
- Estabilidad Química
( es decir, que no provoca alteración química alguna que perjudique la conservación del soporte original, ni en el momento de su aplicación, ni a través del tiempo por causa de las reacciones de envejecimiento propias del nuevo material )
( es decir, que no provoca alteración química alguna que perjudique la conservación del soporte original, ni en el momento de su aplicación, ni a través del tiempo por causa de las reacciones de envejecimiento propias del nuevo material )
- Resistencia
- Flexibilidad
- Reversibilidad en los tratamientos
( se refiere a la posibilidad de retirar los materiales y revertir los procesos que han sido aplicados sobre un objeto sin provocar daño alguno )
( se refiere a la posibilidad de retirar los materiales y revertir los procesos que han sido aplicados sobre un objeto sin provocar daño alguno )
Estas virtudes están ligadas a la longitud de sus fibras que pueden alcanzar un tamaño que varía entre 15 y 20 mm y al alto contenido de celulosa. Sus fibras provienen de arbustos como el Kozo, Mitsumata y Gampi.
El menor gramaje disponible de un papel japonés es de 3,6 gr/m2 en adelante, así como lo podemos encontrar en diversos tonos y texturas.
El papel japonés ( washi ) fue declarado en 2014, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
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